miércoles, 2 de diciembre de 2015

PROTEJAMOS AL LOBO

El Lobo como valor ambiental y cultural

Desde siempre el lobo ha levantado mucho interés, pasión por unos y odio por otros. Se nos ha mostrado como una criatura feroz e incompatible con la ganadería, en cuentos, leyendas y películas. Por suerte ha pasado a ser un animal venerado por un gran número de amantes de la naturaleza.

El lobo ibérico (Canis lupus signatus) es una subespecie endémica de la Península Ibérica. Aparece con la categoría de especie “Casi Amenazada” por la UICN, es una “Especie de Interés Comunitario” y figura en la “Directiva Hábitats 1992/43/CEE”.
En Andalucía, actualmente se encuentra catalogado dentro de la categoría de "En Peligro" por el decreto andaluz 23/2012, que regula la conservación de fauna, flora y hábitats.



El lobo es lo que se conoce como una especie clave en un ecosistema. Una especie clave, es aquella que ejerce un efecto desproporcionado sobre su medio ambiente en relación con su abundancia. En su ausencia la red trófica de ese ecosistema colapsaría al no poder sostenerse. 

Un ejemplo característico es la reintroducción del lobo, ausente en la década de los 70, en El  Parque Nacional de Yellowstone, llegando a modificar hasta la geología y biología del parque, restaurando el equilibrio del ecosistema. Los lobos primero cazaron ciervos, los cuales en ausencia de depredadores habían aumentado su población en el parque. Los arboles al reducirse el numero de ciervos y al cambiar estos su comportamiento, alejándose de lugares expuestos como los valles, comenzaron a crecer hasta convertirse en densos bosques atrayendo una mayor biodiversidad al parque. Así que el lobo ha permitido regular la cantidad de ciervos del parque y así evitar el exceso de erosión que producía en el medio, permitiendo la vegetación desarrollarse y así atrayendo a otras especies que usaban la densa vegetación de los bosques como refugio. 



                                                


El Objetivo es buscar una protección más efectiva, que nos permita disfrutar de los beneficios de unos ecosistemas autorregulados, donde el lobo ocupe su lugar en la cúspide de una pirámide trófica saludable.

Una fórmula para la conservación del lobo es la apuesta firme por un pacto social. Podemos proteger al lobo, pero el problema reside en la caza ilegal. 
Los lobos desaparecieron de muchas zonas por su tendencia a atacar al ganado, causa de su persecución pero existen muchas medidas de prevención y compensación de daños al ganado que deben ser fomentadas y mejoradas.
Es necesario lobos coexistiendo con una ganadería viva, extensiva y moderna en nuestros campos. 
Un breve resumen de los cinco puntos de WWF España para la gestión del lobo ibérico:
    Fuente: Elaboración propia


Coincidiendo con las pasadas elecciones autonómicas, grupos y asociaciones como Lobo Marley, Ecologistas en Acción y la Asociación para la Conservación y Estudio del Lobo Ibérico (Ascel) presentaron un documento con las siguientes once medidas para una conservación efectiva del lobo ibérico.

  1. Proteger estrictamente por la ley al lobo ibérico en toda España e incluirle en los catálogos de especies amenazadas de las comunidades autónomas.
  2. Paralizar los controles letales de población impulsados por varias comunidades autónomas.
  3. Elaborar los Planes de Conservación o Recuperación del lobo a escala autonómica que prevé la ley para las especies amenazadas.
  4. Aprobar planes de gestión en zonas incluidas en la Red Natura 2000 con presencia del lobo, con acciones específicas para conservar esta especie.
  5. Promover un censo peninsular del lobo ibérico. El censo debe ser científico, independiente y supervisado por personal de organismos de prestigio.
  6. Fomentar la coexistencia entre el lobo y la ganadería extensiva, promoviendo medidas preventivas (perros de vigilancia, pastoreo, recogida nocturna y vallados, entre otras).
  7. Conceder ayudas al sector agro-ganadero en zonas loberas, que estén condicionadas a compromisos ambientales.
  8. Reducir la presión cinegética sobre presas salvajes del lobo (corzo, ciervo, jabalí, entre otras).
  9. Promover acciones contra el furtivismo y los envenenamientos, las dos principales vías de persecución ilegal del lobo hoy en día.
  10. Regular y propiciar el ecoturismo de lobos, incluidas las actividades de observación directa y fotografía. 
  11. Fomentar la educación y conciencia sobre la importancia ecológica de los grandes depredadores, en particular del lobo.


Actualmente, hablar de número no es sencillo. Si hay una especie esquiva y difícil de detectar, es el lobo.

Fuente: Signatus.org


Durante las últimas décadas, los científicos han estudiado la abundancia y distribución del lobo. En España se habla de unas 250 manadas equivalente a 2.500 lobos a ésta podemos sumar las 50-60 manadas que existen en Portugal. 
Lo cierto es que estos censos cuenta con cierta antigüedad.

La gran parte de la población está claramente distribuida en la zona noroeste. El 93% del total se agrupan en Castilla y León, Galicia y Asturias, con alguna repercusión en Cantabria y en el País Vasco.


Conservación del Lobo Ibérico a través del Turismo


El turismo como forma de conservación del Lobo Ibérico, es la propuesta en marcha desde hace unos años por diferentes asociaciones conservacionistas junto a grupos del sector turístico.

Este turismo se basa en la observación del Lobo Ibérico junto con el de otras especies presentes en la zona con el fin de fomentar la conservación del mismo a la vez que se desarrollan otras actividades asociadas a esta observación del lobo que generan beneficios económicos en esta zona.

Un ejemplo es la iniciativa de la ONG Ecologistas en Acción dentro de la Sierra de la Culebra (Zamora), donde los participantes de este proyecto turístico pueden disfrutar de actividades de observación del Lobo Ibérico, las cuales se realizan de madrugada, también se pueden realizar rutas ambientales, observación micológica, ornitológica y a la vez que se disfruta de los distintos espacios culturales que ofrecen las localidades presentes en la Sierra de la Culebra.

A la vista de los datos obtenidos, en el 2012 frente a los 36.000 euros que se obtuvieron a través de la explotación cinegética de la zona, los beneficios del turismo asociado a Lobo Ibérico fueron de 600.000 euros. Estas cifras demuestran que se puede combinar conservación y desarrollo económico, aunque se debe tener en cuenta que no en todas las zonas se puede desarrollar este tipo de iniciativas. La Sierra de la Culebra se caracteriza por ser una zona donde se es consciente del valor que esta conservación del Lobo Ibérico que aporta al desarrollo económico de la misma , al contrario de otras zonas como por ejemplo Asturias donde el conflicto con esta especie esta más enconado y sería más difícil llevar a cabo este proyecto, aunque a largo plazo podría ser tenido en cuenta.





No hay argumento sólido que justifique, en pleno siglo XXI, que España siga gestionando a tiros al lobo ibérico, unas de las grandes joyas de nuestra fauna. Por ello, perder la batalla del lobo sería perder la gran guerra de la biodiversidad.


“Yo quiero ser un lobo y vivir en una tierra no contaminada, con bisontes pastando en las praderas como aquellos que quedaron pintados en la cueva de Altamira; y cantaría a la luna por la felicidad infinita de vivir en un mundo así” 
Félix Rodríguez de la Fuente

fuente: http://efectoambientologo.blogspot.com.es/2015/10/el-lobo-como-valor-ambiental-y-cultural.html 

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